jueves, 30 de septiembre de 2010

El bicho...

Hay
un insecto
en mi vino
flotando y agitando
las seis patas
y las
dos alas.

¿Me estará
mirando,
o solo,
verá
un mar
enrojecido
asfixiándolo?

De todas maneras
era un
muy
mal
vino
así que
no he perdido mucho.

Sin embargo,
es un hecho
que el bicho
que casi trago
está muriendo
flotando
allí en mi vino

Sin embargo,
nada quita
que el bicho
que casi trago
está muriendo
solo
como un borracho

Solo,
allí en mi vino.

domingo, 19 de septiembre de 2010

El tuerto...

El tuerto, dicen
el tuerto es rey
taciturno y hueco
el tuerto, dicen
en el país de los ciegos
es rey,
el tuerto
testigo único
de su desfigurado rostro
el tuerto, dicen
el tuerto es rey
de quienes no pueden
verlo llorar,
o bien,
se hacen los huevones.

miércoles, 25 de agosto de 2010

A quien le importa ya que las mentiras se acumulen cuando los pies ya no responden y el borde se aproxima exhalando un vaho de milenario tedio. Si en el fondo nos gusta toda esa mierda de mantenerse aparte, de callar cuando queremos gritar y esquivar miradas cuando queremos que se sumerjan en la nuestra. A quien le puede servir ya tanto espectáculo colorido y tanta identificación con la nada. Estamos, me temo, ad portas del final. Me subiré a un barco canturreando alguna de Cash y navegaré hacia el sol a ver si así siento su calor.

martes, 24 de agosto de 2010

...

(Photoshop CS3 + Intuos 3)

¿Has notado

lo rara que se ha puesto la vida?

¿Dónde están,

viejo amigo,

las certezas

y esa cálida claridad

del día?

Solo mira

en lo que nos hemos convertido.

Hombres,

llenos de responsabilidades

que no sabemos

de donde han salido.

Que cumples

a pesar del tedio.

Que evito

a pesar del miedo.

Mira en lo que

dejamos, que nos convirtieran.

¿Dónde se fue,

esa búsqueda

de miradas

profundas

y sinceras

en cada alma

que se nos cruzaba?

¿Dónde están,

las cosas nobles,

las cosas sencillas?

Todo se ha vuelto,

viejo amigo,

incierto,

brumoso,

frágil...



Ya casi saldrá el sol,

en unos minutos,

y de la luna

no obtuve nada.

No hay ya revelaciones,

adornando mis noches

de insomnio

ni poemas que al amanecer

coronen mis nostalgias.

Estoy tan solo,

viejo amigo,

tan quieto en mi silla

esperando que el sol,

me mande a acostar.

Estoy despierto,

y me quedo aquí,

tan quieto en mi silla,

como oculto bajo las sabanas,

como cuando era un niño

seguro de que algo

terrible

rondaba ahí afuera.

Estoy tan solo, en mi rincón,

prometiendole a mis sueños

que no los abandonaré,

antes de que el alba

aleje las sombras,

que nos rodean.

Ya nada parece cierto,

viejo amigo,

todas estas relaciones

que hemos forjado,

las personas que conocimos,

se desvanecen

según las circunstancias

como siluetas desdibujadas.

Todos,

los que conozcamos

desde ahora

eventualmente

se irán

porque ahora,

viejo amigo,

trazamos nuestro camino,

en la arena

atando nuestras vidas

con una hebra

tan fina e irreal

que el menor suspiro

el más nimio temor

nos separa sin más.


Desde mi ventana,

observo a las personas

angustiado,

y me pregunto

si fuese yo,

viejo amigo,

el que se fuera.

Si estuvieras

parado

frente a mi lápida

leyendo

una dedicatoria

insípida,

que sabes

no es nada

de lo que fui.

¿Que pensarías?

¿Que extrañarían,

los que se,

derramarán,

incontables lágrimas,

y se llenarán,

de lamentos?

¿Conocen acaso

mi pastel favorito,

mi película preferida,

cuantas de azúcar,

aquella canción,

ese aroma?

Esto no es...

ya ni se lo que es.

Es de noche.

El sol se acerca y

puedo ver

la silueta de los arboles

a través de la persiana

y yo aquí,

tan solo,

tan quieto en mi silla

¿Has notado,

lo rara que se ha puesto la vida?


jueves, 15 de julio de 2010

Los perdededores

Asi nos ganamos la vida los perdedores. Dueños de una pena tan grande que Prometeo con todas sus cadenas y destripajos no daria la talla. Asi nos ganamos la vida, lamiendo heridas ajenas. Sonriendo de vez en cuando y escuchando la chachara acerca de lo dulces que son nuestros ojos. Expertos en las derrotas, ciegos en las victorias. Te sonrien, te miran y te ensalsan y no escatiman en palabras para decirte que eres de otro mundo. Pero nadie sacaria las manos de sus bolsillos, en esta larga y fria noche, y te la tenderia con sinceridad. No, se conforman con conocer a alguien que habita la llanura infinita. Porque eso basta para decir que conocen el lado B de tanta mierda.

Se cagan de la risa en tu cara, porque saben que para ti no hay lugar. Porque en esta tierra de hombres idiotas, solo hay espacio para los vencedores y para los vencidos. Pero no para los que sin haber ganado una sola vez siguen en la pelea.

Asi nos ganamos la vida los perdedores. Siendo el amor platonico de quienes no quieren perder un sueño, pero viven sus mentiras con comodidad. Asi nos ganamos la vida los perdedores. Dueños de un corazon tan grande que solo puede llenarse de vacio. Videntes de un universo inexistente. Soñadores diurnos, amargados nocturnos. Y entre cigarro y cigarro nos cansamos de llamar a la muerte, que ocupada barre territorios ajenos. Ingnorandonos porque no tenemos hora. No aun.

Y asi me gano la vida yo, sonriendo a ratos, levantando caidos, besando dorsos de manos frias y calentando corazones dormidos. Arengando a todos a librar sus batallas, sean cuales sean. Y a veces, solo a veces, nos enamoramos de alguna sonrisa devuelta, y nos dejamos llevar por alguna palabra de amor, siempre inconstante, siempre circunstancial. Y entonces volvemos a perder.

Pero es, a fin de cuentas, un buen trabajo.

jueves, 24 de junio de 2010

Camino a Ítaca...

Yo que te puedo decir Kavafis,
ya no me emociona, como ayer
llegar a esa Ítaca tan ansiada.
Pasa que me ha gustado esta isla.
Pasa que cada dia me enfreto
a lestrigones y cíclopes
y al colerico Poseidón.
Lo siento Kafavis,
es la humanidad completa
quien los anida en su alma
y yo no puedo hacer más
que luchar contra ellos.

Me creerás viejo amigo
que cada vez
que rescato a alguna damisela
la cargo hasta su hogar y luego me alejo
con la promesa de un beso al regresar,
al día siguiente Kavafis,
vuelvo a enfrentarme
al colérico Poseidón,
a lestrigones y cílopes
y a rescatar más doncellas.

Sucede oh Constantino,
que mis hombres preparan el barco,
quieren llegar a tu Ítaca,
deseosos de los lujos que obtendrán
con todo cuanto han adquirido en nuestro largo viaje
mas yo no he de moverme,
pues te contaré un secreto
he hallado algo maravilloso.

Te diré que brilla,
con el ligero resplandor de una sombra
que oculta en su interior la luz de Apolo.
Te diré que la vi un día cualquiera
y aunque traté de evitarlo
me perdí en sus ojos,
Te diré Kavafis,
que no siempre es necesario llegar a Ítaca,
mas si no hubiera emprendido el camino
jamás hubiera conocido esta isla,
ni a la musa que en ella encontré.

jueves, 17 de junio de 2010

=)

(Photoshop Cs3 + Intuos 3)

Hoy soy feliz. No puedo evitarlo. Nada especial ha sucedido. La misma depresiva lista de reproducción ha sonado todo el día en mi equipo. La misma montonera de cigarrillos. El mismo litro de café. El mismo insomnio. El mismo recuerdo. La misma nada. Incluso el mismo silencio.

Sin embargo, hoy soy feliz. Inexplicablemente feliz. Tanto que a ratos creo que hasta podría enamorarme. Tanto que he vuelto a sonreirle al viento. Tanto que me he puesto a buscar tréboles de cuatro hojas.


lunes, 14 de junio de 2010

Silencio


(Photoshop CS3 + Intuos 3)

El silencio sobrevino a la miserable destrucción del pasado. Tedioso y agotador, consume mis ideas. Atrofia mi creación teniéndola de una desesperanza que me incomoda. Pasé demasiado tiempo llorando lo que he perdido. Hoy el dolor se ha ido y no siento más que un silencio aterrador e insistente. De entre las voces de ayer voy notando como muere el eco de lo que me hizo feliz. Y ocupando su espacio está aquel camaleón negro. El guardaespaldas de mi soledad. Silencio. Impregnado en mi mirada, en mis palabras, en mi piel. Silencio.

Me pierdo entre la lluvia buscando una luz, una mirada, una caricia que rompa con aquel silencio. Alguien a quien regalarle todo el sentido de mi voz. Toda la fuerza de mi alma. Todo el calor de mis sueños. Pero a pesar de esa sorda búsqueda me voy alejando más, y caminar solo se me hace cada vez más cómodo, cada vez más tranquilo. Creo que después de todo, me voy acostumbrando a esto.

Llega la noche y cuando el sueño me vence solo hay silencio.

viernes, 21 de mayo de 2010

La muerte de un hombre...

Supongo que la muerte es, en todo caso, un proceso traumático tanto como lo es el nacimiento. La mía fue larga y dolorosa. Sumida en una soledad tan profunda que al no tener con quien quejarme me trague cada noche de insomnio. ¿Cuando comenzó? Difícil saberlo. Supongo que con un viaje a otro país. Un viaje del que se suponía no volvería en muchos años. Quizás fue con un amor. El mas intenso de todos. Uno en el que volqué todos mis sueños y que después me dejo sin uno solo en el que apoyarme cuando las rodillas me temblaban. Quizás fue el primer día de clases de mi segunda universidad, cuando me di cuenta que ese no era el mundo al que pertenecía. Quizás fue mucho antes, cuando miré a mi padre a los ojos y le dije con una rabia de la que nunca pude arrepentirme que él era todo cuanto yo no quería llegar a ser. Aunque pensándolo bien, ha de haber comenzado el dia en que nací.

lunes, 17 de mayo de 2010

Falenas Verdes




Vinieron las falenas verdes, esas que se alimentan de la cuarta hoja de los treboles. Vinieron porque querian algo que les pertenecia. El pequeño trebol que escondí para ti. No les dije donde estaba, te lo prometo, no se los dije. Asi que me deboraron sin piedad.


Ya no soy ese mi niña. Y el trebol guardado entre las paginas de aquel libro es como un recordatorio de que alguna vez estuve vivo. Alguna vez. Un totem silencioso. Un dolor que no se siente.

lunes, 19 de abril de 2010

Siento una pena de mierda, que no es pena, es mas bien un hoyo negro en el centro del torax deborandolo todo. Me siento asquerosamente solo cada vez que los que amo me reclaman que no les doy bola y que me extrañan. Porque se cayo el puende que unia al mundo exterior y mi mundo. Estoy solo barado en la hierba. La llanura trae esa brisa fria y el invierno va a arremeter de un momento a otro. Y ya ni se para que lado esta la escalera. Hoy me siento seco... demasiada templanza me esta matando. Los miro a todos como desde lejos, les sonrio al pasar y de a poco los voy perdiendo.

Me gusta esta cancion:

sábado, 17 de abril de 2010

The making of the Selk'nam spirit






visite! http://tomasdiaz.deviantart.com/



no me gusto la ilustracion... para nada... pero tarde tanto grabando el video que me dio pena no subirla.


Como sea... esto partio siendo un estudio de anatomia, un speedsculp en Zbrush, y me puse a improvisar y termino siendo un espiritu Selk'nam. Si used no sabe lo que es un Selk'nam, visite wikipedia y luego sientase mal porque ya no queda uno solo para que nos cuente una buena historia durante un Kloketen y nos convierta en hombres.


martes, 13 de abril de 2010

Me cortaron las manos,
los ojos,
las orejas,
la lengua,
se bebieron mi espiritu,
se llevaron la esperanza,
y salaron mis heridas para que no volvieran a crecer...

viernes, 9 de abril de 2010

Y mas preguntas...

¿Cuál será el movimiento correcto? ¿Qué es lo que no se ha hecho para tocar esa fibra sensible tan oculta en las personas? ¿De qué sirve abrirle los ojos a los que están ciegos? ¿Cómo curar la ceguera?

Hoy la revolución es un bonito tópico y, por qué no decirlo, un prolífico merchandising. Como dice la canción,

Mientras millones de personas se mueren de hambre
tú te preocupas si yo como carne
mientras miles de parados, guardan la cola
tú me criticas por pedir coca-cola.


¿Pero cómo movilizar lo inmóvil? ¿Cómo pararme, como ese tipo frente al tanque, yo frente al enemigo si está oculto, si no tiene nombre?

Y ese es el problema. Nos encerraron en la casa de los espejos y nos bombardean con mentiras distorsionadas pero jamás muestran la cara. Y toda la subersión parece limitarse al enfrentamiento con la fuerza pública. Toda la controversia se limita a atacar los valores tan sabidamente obsoletos. Toda acción no hace más que dividirnos en grupos aislados pero simbióticos. Los artistas en sus circulos de seudointelectuales. Los intelectuales se lavan las manos. Los subersivos rumiando su ira, escupiendo contra todo y no saben ni contra qué luchan. Los que lideran la masa son esclavos de sus partidos. Los partidos no son sino la careta de quienes manejan la economía. La masa luchando por pan y viviendo de circo. Los parias chocando contra la pared una y otra vez, tratando de hacer algo, queriendo largarnos sin un lugar a donde ir. Y todos, todos alimentamos a ese sistema. Y quienes lo manejan se cagan de la risa en nuestra cara, a nuestras espaldas, sobre nuestras cabezas y bajo nuestros pies. ¿Que es lo que quieren?¿Para que tanto poder?¿Para que tanto dinero?

¿Cómo desenterrar ese veneno de las entrañas de la tierra? Y si me sumerjo en la oscuridad buscando a la bestia... ¿Qué armas llevar conmigo?

miércoles, 7 de abril de 2010

What's on TV tonight?

Un pequeño brake... Un monton de horas de modelado y texturizado, 15 horas de render, otras más de photoshop... espero les guste...

domingo, 4 de abril de 2010

Dia 28 - Bitacora de viaje

Se me está llendo al carajo, carajo. Mientras más me trato de acercar a la escalera más se aleja. Más confuso es el camino. Me detengo y pienso. ¿Y ahora cómo cresta salvo al mundo?
Las cosas y sus giros inesperados, la realidad como estrellas explotando a lo lejos, tanto que te enteras tarde, siempre tarde. Siempre tarde.
Cambios en el camino, lo bueno siempre son los amigos, que por curiosa coincidencia o por decreto interestelar, de una u otra forma terminaron metidos en el experimento. Sin saberlo, nos calzamos las botas todos para irnos a la guerra.
Y todos tenemos el mismo miedo, que por suerte no es morir de hambre. Sino no ser parte. Y yo de terco me estoy quedando fuera, y desde afuera tendré menos oportunidades que un espermatozoide que llega tarde. Entonces me pregunto ¿y ahora cómo cresta salvo al mundo?
Solución práctica, en vez de esperar a que los misterios de la vida nos traigan una generación de gente en búsqueda de la escalera, hay que liberar a los esclavos. Como Moisés, pero sin prodigios. O tal vez si.
La decisión: Volver a la universidad, por más que la odie, y estudiar Física (Wittgenstein tendrá que esperar).
La razón: No puedes hacer que la gente piense en su espíritu mientras esté preocupada por sobrevivir. Y no dejarán de estarlo en tanto que sean esclavos del sistema. Y la única forma de destruir al sistema es colapsarlo desde la raíz. Y la raíz es... las petroleras, la dependencia energética y su negocio genocida.
La solución: Crear una fuente de energía limpia, barata, independiente.

Nota mental: Me los voy a cagar, aunque me gane una bala o termine en un río cualquiera. Esto es la guerra.

jueves, 1 de abril de 2010

Estación San Roque

Grita con dolor el pasado
al sordo tiempo que no lo olvide.
El silencio ríe a carcajadas
y susurra a Cronos ¿sos voludo?
pues no oye los pasos
del hombre y sus motivos.
La soledad aferrada al cenicero
exige que paguen su deuda
con dedos amarillos
tragando colillas e hipotecando suspiros

El presente anclado a su mar faustino
descorcha fuerzas por su ego herido
colérico grita
(el futuro ebrio,
desde una esquina
bebiendo con los cuervos)
¡Que ya nada queda!
¡que no hay nadie cuerdo!
y asustados corren
brahamanes chetos
invocando rezos de un mundo muerto
pues el clamor de Dios
no conoce el tiempo.

lunes, 29 de marzo de 2010

Los Hombres...

En cierta ocasión alguien me dijo que yo era de la clase de personas que estaban destinados a dudar, a no creer en nada, y precisamente por eso vivía buscando nuevas filosofías en las que creer. Creo que tenía razón, por eso pase años leyendo a cuanto loco se las diera de chaman. Comprándome sus historias siempre sustentadas sobre un terrible vacío que querían tapar hablando de fe.

Y al único al que le creí fue a ese neurobiólogo francés que me habló de ciencia y espíritu y no se contradijo nunca. Porque a pesar de ser tan asquerosamente racional, creo en el alma, de las personas, de las cosas, del universo. Ojala Christopher McKinstry hubiera logrado su acometido antes de suicidarse. Si hubiera creado inteligencia artificial, una máquina capaz de pensar, de decidir, de imaginar, quizás hubiéramos aprendido a ver la vida en otros términos. Poder alejar un poco la vista de nuestro pequeño planeta y empezar a escuchar la hermosa melodía en la que danza la materia y su energía.

En cambio veo a las personas atrapadas en sus diminutos mundos personales, viviendo limitados por sus miedos, por sus emociones. Temerosos de la debilidad de su carne, convencidos de que sus acciones no tendrán repercusión alguna, pues son insignificantes y carecen de importancia en el equilibrio del universo. Las personas viviendo su vida encerradas en el tiempo, sin entender su naturaleza flexible. Como si solo se limitara a una linea recta entre nacer y morir, y no hubiera nada antes y después, ni entre medio. Desde que nacen todo es una larga carrera por anularse, adolescencia que olvida su niñez, adultez que olvida su adolescencia y así. Calles llenas de viejos de ojos grises, repletos de olvido.

Así que desesperados compran, trabajan por menos de lo que valen, pisotean, consumen, olvidan, hacen guerras, se drogan, se juntan y tienen sexo, se separan y no se importan, construyen, se medican, entierran a sus muertos llorando, reciben a sus vivos llorando. Y se creen con el poder de hacer juicios basados en su percepción limitada. Sobre lo que podría o no podría ser, lo que vale y no vale. Y no se conocen ni a si mismos.


Después de decenas de miles de años, seguimos teniendo miedo a morir de hambre. Como si ayer no hubiéramos aprendido nada, como si hoy no nos quedara mas remedio que consumir la tierra hasta sus cenizas, como si mañana no fuesen a haber otros hombres para poblar la tierra.

viernes, 26 de marzo de 2010

...

Fantasmal como el recuerdo, se asoma por el borde euforico de mi conciencia. Chorrea como una arteria reventada, salpicando ácido sobre los juicios del pensamiento. Enturbiándolo todo. Convirtiendo la luz en un fuego abrazador que consume verdades y mentiras por igual. Dejando a la realidad mostrar su rostro impasible, eterno, cegador. Las dualidades se entremezclan vertiginosas, convirtiendose así en mares donde los barcos son azotados por terribles tormentas pero jamás se unden.
Ese es el vórtice de la materia. Donde todo esto se reduce a un impulso eléctrico que alimenta las profundidades donde duermen dioses arquetípicos y más allá... más allá donde respira el universo con su vibración silenciosa. La música esencial que da lugar al todo. Esa que solo podemos oír cuando la lucidez alcanza los extremos de la locura.

Tendrá que disculparme...

Usted me va a disculpar
señorita,
pero es que no nos estamos entendiendo.
Ni estoy yo,
enamorado de usted,
ni lo esta usted
de mi.

Usted me va a disculpar
señorita,
pero a su pesar y el mio
me ha malinterpretado terriblemente
Ni su sonrisa ligera,
ni mi mirada constante,
son prueba alguna de atracción.

Usted me va a disculpar
señorita,
pero nuestra larga charla
no quiere en absoluto decir
que usted me entienda
ni que yo sea diferente del resto
de los borrachos.

Usted me va a disculpar
señorita,
mas los besos propinados
no son sino el resultado de incómodas coincidencias
y no presentan, a mi parecer,
atisbo de sentimiento alguno.

Usted, me tendrá que disculpar
señorita,
pero aunque hayamos compartido
con entusiasmo, aquella cama
cupido no se presentó,
ni de voyerista.

Usted... ha de disculparme
señorita,
puessoyelhijodeputamásgrandesobrelafazdelatierra
pero mi cortesía,
le ha confundido.

jueves, 25 de marzo de 2010

La Musa...

Haciendo un respaldo de mis programas encontré esto perdido por ahí... no estoy seguro de haberlo publicado en otro blog. Recuerdo el día en que escribí esta historia. Cumpleaños de alguien que ni conocía en un boliche de Baires. Cuando entre al bar había tomado whisky, fernet, vodka y vino. Cuando salí había tomado el doble.

Pensaba escribir una serie de historias en torno al Clepsidra, una palabra que me regalo un fantasma hace ya bastante. Hermosa palabra en realidad, un reloj que no es un reloj. Que jamás da la misma hora al día siguiente. Solo avanza, solo se gasta. Entonces nació este pequeño universo del Clepsidra, un bar donde todos los clientes son parte de mi mente. Mis miedos, mis pasiones, mi pasado y mi futuro. Pero en ese bar, de vez en cuando entra alguien foráneo y desata conflictos entre los clientes habituales.

Quizás escriba más historias de bar.

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Entra tarde al Clepsidra, como siempre. Se sienta en la barra y pide un whisky on the rocks. El barman distraído habla con el Pasado mientras sirve cerveza de barril con demasiada espuma. Esta noche el lugar esta repleto de sombras que se mueven bajo las luces flotantes del viejo bar. Habla con una mientras espera su trago. El a qué te dedicas, el por qué estas aquí. Las preguntas de rutina que no conducen a ninguna parte. Sonríe y habla mientras Ego lo observa atento desde una de las mesas. En eso, entre los pasantes aparece ella. La mujer más bonita que alguna vez hubiese visto. Clava en ella la vista sin poder controlarse. Esta seguro de haberla visto en alguna parte. Esta seguro de que ya escribió sobre ella. Pero esa sensación no es nueva, así que sigue tomando y la ve perderse entre las sombras. Se conforma pensando que no volverá a verla, así que sigue hablando, del a qué te dedicas, del por qué estas aquí. Compra unos tragos más y, aunque ya esta ebrio, siente esa extraña sensación de lucidez. Y ella vuelve a aparecer, distraída, ajena. Y él sabe que esto es un juego perdido, demasiada música, demasiado alcohol. Pero la ve y se pregunta si podría dibujarla, si podría escribir algún cuento que hable de esperanzas y alegrías. La mira y quiere plasmar esa magia en una foto. Entonces cruza por su mente esa idea absurda de pedirle un poco de inspiración. Porque ya no quiere robarla, no quiere tomarla prestada. Quiere que lo miren a los ojos y se la den. Que le regalen un trazo, una palabra, como ese fantasma que le regalo el Clepsidra. Pero no puede llegar a ella, no sabe como. Así que baila con su amiga. Y con la otra amiga, y ni siquiera recuerda sus nombres aunque se los pregunto hace cinco minutos. Pero no importa porque la observa a ella. Quiere escribir un poema cliché, algo sobre una mujer sin edad. Una mujer que es a la vez niña y viceversa. Y va por otra cerveza y le pide al que pone la música una canción. A ver si así se atreve a pedírselo. La noche avanza, las luces del Clepsidra pierden intensidad a medida que el sol amenaza con sacarlos de la fiesta. Sin darse cuenta esta bailando con ella, Ego baila un poco más allá. Los Miedos acumulan botellas de cerveza en la mesa junto a la ventana.

Una pausa, un minuto de silencio. ¿Te pedo hacer una pregunta? Le dice y se arrepiente de inmediato. Pero los Miedos están demasiado borrachos como para decirle algo. Ego hace una pequeña mueca, como si hubiese querido decir que no. ¿Se mi musa? Y se arrepiente más aún. Los Miedos se pararon a bailar junto a él. Ego se aleja hacia la barra. Se siente estúpido, ridículo. No sabe como salir del embrollo. Olvídalo, le dice. Pero ella lo mira como preguntándose si ha estado bailando con un loco. Quizás no este tan equivocada. ¿Cómo pude pedirle algo así? Se pregunta. Ni siquiera es un buen artista. No dibuja ni escribe tan bien. No sabe suficiente de escultura, ni de fotografía. Solo es un tipo con muchas historias en la cabeza. Así que se excusa, y desde entonces la evita. Después de todo ya no queda mucha noche. El barman, que todo lo observa se muere de risa mientras seca una copa. Ego se toma un último vodka y los Miedos bailan como orangutanes. Se abren las puertas del bar, ella se aleja y el se queda solo, esperando a que se vuelva a hacer de noche para beber mas whisky y quizás, olvidar esos ojos.

miércoles, 24 de marzo de 2010

La prostituta

Era una noche estática, sin brisa, ruidosa y vacía. La ciudad ocultaba las sombras de los pasantes con su electricidad anaranjada siempre tan glotona, tan violenta, tan llena de astío e historias pasajeras.
Si pudieras amar, no estarías aquí le respondió ella con su tono más coqueto. Él estaba incómodo, la habitación era demasiado pulcra para ser un lugar donde había sexo tantas horas al día. Yo te daré el amor que necesitas bebé. Él no hacía nada, no debía hacer nada, el dinero ya estaba sobre la mesa. ¿Puedes decirme amor? dijo entre dientes. Puedo decirte como quieras, dijo ella.
Comenzó abriéndole la camisa, besando su cuello con la dulzura de quien trabaja separando piezas defectuosas en una linea de montaje. Él trató de acariciar su cabello, de sentir el calor de su rostro, pero parecía no haber nada. O ella había aprendido a ocultarlo o lo había perdido en un orgasmo cualquiera. Se agachó para desatar su cinturón pero él retrocedió, se puso de rodillas y la miró a los ojos con demasiada transparencia. Toma tu dinero bebé, no soy a quien buscas, respondió seca, reticente, sobreactuada. Él trato de acariciarla de nuevo, pero ahora su piel parecía mas fría. No creas que puedes amarme bebé, no creas que nos parecemos, ni que yo podré darte lo que has perdido.
Abajo, entre luces mal pintadas y olor a humedad, un chulo de cuarta convencía a otro pasante. ¡La mejor de mis putas, te va a hacer sentir como ninguna mujer te hizo sentir!, le decía con su sonrisa de dientes montados y drogas baratas. El chico sonreía nervioso, tan curioso por ver a esa mujer que ni siquiera reparó en el otro que salía iracundo del edificio.
Tú no vienes por mi cuerpo bebe, vienes por mi alma. Pero esa no se la vendo al primer niño agonizante que pague para no sentirse solo, piensa ella mientras lo ve alejarse desde la ventana.
La noche se traga a los que se ocultan de la luz. Los digiere en sus entrañas despojándolos de sus sueños y pasiones, y los caga al amanecer para que se enfrenten resacosos al reflejo de sus miedos y frustraciones. Para que duerman de día y no conoscan lo que significa caminar bajo la arboleda cuando el sol se pasea entre las ramas.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Carta para ella...

Tienes razón. A pocas personas les creo como a ti. Y es que con casi nadie he compartido esa conexión tan incorpórea. Tan intensa. Tan sideral.
Tienes razón. Me he dejado estar. No he hecho nada de lo que podría haber hecho. Y es que soy tan terco, ya sabes, y no quiero hacer nada si no es de la forma y en las condiciones en las que yo se que puedo hacerlo. La adaptación, la aceptación servil, la manipulación de las condiciones con la esperanza de cambiarlas me parecen un camino inaceptable. Soy así, que puedo hacer. Más pensamiento que palabra. Más palabra que acción. Aguardando siempre los fugaces momentos en los que puedo brillar con luz propia. Y ya sabes que casi siempre se me van.
Pero ambos sabemos (lo sabemos porque lo vimos sin vernos) que en este juego cada quien conseguirá su oportunidad para lograrlo. Sin embargo, aveces me da miedo no estar atento.
Se que los cuadros no se pintarán solos, ni los poemas se escribirán si no alzo la vista y esgrimo mi pluma. Se que la arcilla no se moldeará porque la sueñe, ni las fotos en la penumbra de mi inercia plasmarán ideas para que tu las veas. Pero mis musas se han ido, o me han abandonado, o se han vuelto demasiado humanas. Y es que he perdido la fe en las personas y ya nadie me parece por encima de este mundo sino, por el contrario, que todos se arrastran bajo el peso de sus culpas y penas. Excepto tú... pero tu voz ya no cruza el mar para acunarme y hacerme soñar.

domingo, 14 de marzo de 2010

Día 7 - Bitácora de viaje

Ha pasado una semana desde que el dolor se fue. Sigo preguntándome hacia donde. Es extraño pensar en ella y sentir que aun la extraño pero que ya no duele. Eso me deja espacio para sentir y preocuparme por otras cosas. Demasiado espacio.

Ahora tengo que resolver los problemas que dejó el amor. Mi pérdida de fe me ha puesto en una situación caótica. Dejar de creer en las personas me ha hecho perder mucho tiempo. Ahora debo retomar mi trabajo, aunque el camino ha sido siempre el mismo y mis reglas no han cambiado.

Nota mental: Los miras a los ojos, les dices lo que piensas, y en ellos ves que saben que tienes razón. O al menos que tienes un punto. Pero entonces casi como autómatas repiten el mantra de la vida moderna: "...pero no podrás cambiarlo, el mundo es así...". Quizás tengan razón. Nunca podremos cambiarlo. Pero siempre podremos comenzar uno nuevo.

martes, 9 de marzo de 2010

¿Momentáneo?

Sucedió hace un rato, de la nada, imprevisto. Espero que dure.

Estaba sentado en la cuneta tomándome un mate con un amigo. Conversación insomne de quien no quiere dormir. De quien quiere compartir su pena con un inocente. Y de pronto se me ocurre hacerle una pregunta que no quería hacer. El domingo había sido el cumpleaños de mi ex.

¿Oye weon?¿estaba su "peor es nada" en el cumpleaños verdad?

Mi amigo, que, a veces para bien y otras para mal, no se ubica y no filtra nada de lo que dice, me respondió que si. Que parece que se había quedado en su casa.

Balde de agua fría lanzado con ira por el destino burlesco. Lo sabía, lo sabía, pero la duda alimentaba la pena y con ella mil excusas. Sabía que probablemente él se quedaría en su casa y dormiría con ella. Pero a la vez no lo sabía. Y de pronto la certeza se llevó el dolor y solo quedó una sospechosa sensación de vacío que no se si dure pero que definitivamente es mejor que el dolor.

Duda taladrante: esta tarde estuve con Javo contándole lo mucho que me dolía y lo mucho que la extrañaba. Hace una hora me torturaba con una canción de No te va a gustar. Ahora... ¿no siento nada?¿Después de meses de no poder olvidarla?

Problemas con el escriba...

Aveces me pongo a pensar que este blog murió. Nació muerto en realidad. Es difícil saber que escribir y que no escribir para evitar caer en sentimentalismos que no lleven a ninguna parte. Qué puedo hacer, mantener la objetividad en un experimento donde yo soy el sujeto de prueba resulta un tanto complejo. Sólo necesito unos días para recuperarme de esta invasión del recuerdo. Hace unos días comenzó una ofensiva sin precedentes. Me golpeó con toda su nostalgia, con todo su tedio, con toda su añoranza y con toda la pena que pudo acumular. Me tatuó una imagen en la retina que no me abandona.

La oscuridad inundando la habitación, el closet a la derecha, yo de espaldas sobre la cama y ella encima mio. Desnuda, perfecta. Las cortinas rojas, la luz de la ciudad y su cuerpo que brillaba con luz propia. Sus pechos pequeños, su piel exquisita, mi mano alzada tratando de acariciar su rostro y su sonrisa de musa al verme contemplándola.

¿Como batallo contra algo así? Una pregunta sin sentido, porque en el fondo siempre dejo que me derrote, porque le tengo más miedo a olvidarla que a morir de pena. Así que aquí estoy, con un nudo en la garganta que a ratos aprieta y me revienta las lagrimas.

Pero saldré de esta como de tantas otras y guardare esa imagen en la caja donde guarde mi ternura, para que si un día me vuelvo viejo y arisco, tenga con que ablandar mi corazón parchado.

viernes, 5 de febrero de 2010

A veces trato de recordar lo que era sentirse seguro. Acostarte y dormir de noche. Saber que cualquier pesadilla se alejaría invocando a alguien cercano. Despertar extasiado por el sueño fantástico que te regaló el mundo onírico y no con un nudo en la garganta de tanto llamar a alguien que no volverá. Manchas oscuras, viajes a través de la nada sideral, donde la materia es una quimera y lo único que existe es la sensación pura de la soledad. Desconfiguraciones espaciales, mutaciones constantes donde la esencia amenaza siempre con extinguirse. Ni sueños ni pesadillas. Son las hordas huyendo a través de los muros derribados de la inconciencia.

Se está volviendo loco, sí. O está dejándose llevar. Se mira al espejo y habla con su reflejo. Que cagado que estas, dice mientras piensa que tiene que afeitarse. Habla con su reflejo porque se está volviendo loco, sí. Se lamenta por no poder hacer ya lo que jamás ha hecho. Se conforma creyendo que su condición es especial. Que nadie entendería lo que le pasa. Prefiere eso, sentirse un mártir. Decir que tiene mal de amores y así negar que quiere irse a la cama con la primera que se lo proponga. Decir que odia al mundo y así negar que no tiene las pelotas para cambiarlo. Decir que perdió la fe y así negar que nunca nadie le mandó una señal que se la diera. Así que con su rabia acumulada de incapacidades se lava los dientes y le sonríe a la vida.

lunes, 1 de febrero de 2010

El experimento

Parado frente a la bruma del destierro contemplo mi destino. Perdí todo mi equipaje entre las bromas de la llanura infinita, y ya no hay un dejo de esperanza ni fe que suavice el dolor que se avecina. Solo la certeza de mi condición. No hay guías, ni compañeros ahora tan cerca de la escalera. Se derrumbaron todas mis creencias. Hoy solo me guía el instinto.
En la espera de lo que viene, le sonrío al universo entero y me asqueo de lo desubicados que estamos como especie. No hay más luchas para mi, solo un experimento final como único recurso para descubrir la verdad. Los probaré a todos, te probaré a ti y, por supuesto, me probaré a mi mismo. Veremos quién aguanta más, veremos hasta donde vale la pena todo lo que existe. Me sumergiré en medio de su mundo podrido para saber cuanto están dispuestos a soportarme. Cuanto les duele convivir con alguien que no hace caso omiso a ninguna verdad. Hasta donde pueden soportar lo que es diferente.
Podría irme en un millón de escusas. Contentarme pensando que debo seguir creencias orientales para alcanzar la sabiduría y lo que es más importante, para darme un lugar en este mundo en el que me siento tan incomodo. Pero mentiría, no soy oriental, ni creo en su sabiduría ni en sus dioses. No soy tampoco occidental, no soy europeo ni americano, no soy sudamericano, no soy chileno, tampoco retornaré a las creencias de los pueblos originales de los que claramente no provengo. No me pasearé de una religión a otra ni de un sistema filosófico a otro para apaciguar el dolor de haber visto la mentira a los ojos. Soy solo un hombre sin orígenes, sin raíces, un recipiente vacío. No veré con ningún prisma, no escucharé a través de nada ajeno a mi carne, no actuaré bajo ningún código que no sea el de mi cordura, mientras aun pueda mantenerla.
Este es mi experimento. Este es mi cuaderno de viaje a través de los miedos del mundo y sobre todo, los míos. Veremos cuanto tardan en deshacerse de un hombre que no acepta, que no soporta, que no pasa por alto, que no se conforma. Veremos cuanto tardan en deshacerse de uno de ellos.