domingo, 4 de abril de 2010

Dia 28 - Bitacora de viaje

Se me está llendo al carajo, carajo. Mientras más me trato de acercar a la escalera más se aleja. Más confuso es el camino. Me detengo y pienso. ¿Y ahora cómo cresta salvo al mundo?
Las cosas y sus giros inesperados, la realidad como estrellas explotando a lo lejos, tanto que te enteras tarde, siempre tarde. Siempre tarde.
Cambios en el camino, lo bueno siempre son los amigos, que por curiosa coincidencia o por decreto interestelar, de una u otra forma terminaron metidos en el experimento. Sin saberlo, nos calzamos las botas todos para irnos a la guerra.
Y todos tenemos el mismo miedo, que por suerte no es morir de hambre. Sino no ser parte. Y yo de terco me estoy quedando fuera, y desde afuera tendré menos oportunidades que un espermatozoide que llega tarde. Entonces me pregunto ¿y ahora cómo cresta salvo al mundo?
Solución práctica, en vez de esperar a que los misterios de la vida nos traigan una generación de gente en búsqueda de la escalera, hay que liberar a los esclavos. Como Moisés, pero sin prodigios. O tal vez si.
La decisión: Volver a la universidad, por más que la odie, y estudiar Física (Wittgenstein tendrá que esperar).
La razón: No puedes hacer que la gente piense en su espíritu mientras esté preocupada por sobrevivir. Y no dejarán de estarlo en tanto que sean esclavos del sistema. Y la única forma de destruir al sistema es colapsarlo desde la raíz. Y la raíz es... las petroleras, la dependencia energética y su negocio genocida.
La solución: Crear una fuente de energía limpia, barata, independiente.

Nota mental: Me los voy a cagar, aunque me gane una bala o termine en un río cualquiera. Esto es la guerra.

1 comentario:

Sil dijo...

La guerra pareciera ser la unica salida valida para astutos malvados que oprimen el mundo...

Publicar un comentario